Es importante conocer el grado de exposición de tu vivienda frente a un incendio forestal para así poder tomar medidas de prevención adecuadas.
Conoce la legislación vigente en materia preventiva contra el riesgo de incendios forestales, órdenes por las que se declaran Zonas de Alto Riesgo (ZAR), normas por las que se regulan el uso del fuego, alertas por las que se fija la época de peligro alto de incendios forestales, etc.
Revisa los Planes de Sensibilización Interfaz Urbano-Forestal existentes en tu municipio así como las guías y manuales específicos disponibles. Participa activamente en las actividades de formación y simulacros de emergencia.
Comparte tus conocimientos (normas de autoprotección, teléfonos de emergencias, itinerarios de evacuación, etc.) con tu vecindario, fortalece vínculos y fomenta su actuación frente al riesgo de incendios. Recuerda que cuantas más infraestructuras estén protegidas menor será el impacto.
Únete al Grupo Local de Autoprotección que te corresponda y, en caso de no existir alguno, comprométete en crearlo junto con los demás propietarios aledaños.
Evita situaciones que puedan provocar el inicio de un incendio forestal como el uso de barbacoas y chimeneas, la quema de restos vegetales, fumar, tirar cohetes, tirar basura o enseres en lugares no aptos para ello, uso de herramientas que producen calor, abandonar materiales o sustancias inflamables al sol, etc.
Realiza medidas preventivas para proteger tu parcela en caso de incendio. La preparación de la vivienda y su entorno es fundamental. Esta gestión debe contemplarse en un plan de autoprotección.
Para saber más: Guía de recomendaciones para una vivienda más preparada ante el fuego
¿Conoces a más personas que tienen casas rurales?
Invita a un amigo/a a que calcule su riesgo.
(No estás compartiendo tus respuestas)